Descripción
En un pintoresco taller, Elías, un artesano, creó a Oliver, un gato de madera con un corazón de cristal rojo. Un día, un rayo de sol tocó el corazón de Oliver y le dio vida, permitiéndole moverse cuando nadie lo veía. De noche, Oliver exploraba el mundo exterior, maravillándose con las criaturas y la naturaleza, pero siempre regresaba al amanecer.
Elías comenzó a notar cambios sutiles en Oliver y se preguntaba qué historias podría contar si hablara. Oliver se convirtió en un aventurero nocturno, con un corazón que latía con la magia de los sueños, todo mientras permanecía el amado gato de madera de Elías durante el día.